sábado, 10 de diciembre de 2016

Amor, deporte de riesgo

Carpe diem, vive el momento.
Es lo malo que tiene subir tan alto,
que cuanto más larga es la caída
más duro está el asfalto.
Ese último beso de 9 segundos me llevó al cielo,
a agarrar una nube que se deshizo al instante,
haciendo real mi vértigo, mi mayor miedo,
sentirme débil y solo, sentirme distante.
Se acabó, he tocado el suelo,
y solo tengo una pala para enterrar
la avioneta que un día me llevó tan alto,
o para enterrarme a mí, el hombre que besó el cielo
y acaba agarrado a sus espantos.

Maldito Sancho

Siempre me creí valiente
por no dejar que el miedo me afectara. 
Jamás dejé de imaginar molinos
por no luchar contra gigantes.
Por no mostarme como soy por miedo a los demás,
por eso soy cobarde.
Por esconderme detrás de un alter ego arrogante
del que no me siento orgulloso
aunque el prefería su orgullo
suponiendo ser mentiroso.
Esconder mi miedo a la soledad supuso quedarme solo,
tragar mis lágrimas hizo que me ahogara con ellas,
no enfrentarme a los molinos hizo que un suspiro
de gigante me empujara a la demencia.
La cordura es para cobardes.

viernes, 2 de diciembre de 2016

Mi ángel, lobo feroz.

Creación y destrucción,
es el ciclo más básico que existe.
El árbol contra el molotov, 
lanzado por esa persona que se viste
de ángel que promete llevarte al cielo

Creasteis el placer, destruisteis el frío,
no inventais los besos, pero sí los vuestros.
Por ese ángel construyes un castillo
fabricado de tu paja mental,
tan frágil que de un soplido
fue destruido. Fin de ciclo.

Creación y destrucción,
siempre serás mi ángel, mi lobo feroz.

Ensayo y Error

Dichosa es la palabra "Intentar".
Soy un intento de loco reducido a ser poeta,
un intento de polvo reducido a ser tormenta.

Efímero, como el vuelo de un avión de papel,
es el amor que vive de alquiler en mi corazón.
Atravesaste mi caja torácica aquella vez,
como tan pronto abandonaste mi interior.
Pero te llevaste algo, aun no se qué,
para dejar solo inspiración.

Porque el amor se escribe en solo dos poemas,
la ilusión del primero y la tristeza del último,
pero esta vez me pillaste con el estuche a contrapié.
Todas nuestras conversaciones intentando 
no vomitar arcoiris fueron en vano,
porque nuestra bilis viste de negro y blanco.