sábado, 10 de diciembre de 2016

Amor, deporte de riesgo

Carpe diem, vive el momento.
Es lo malo que tiene subir tan alto,
que cuanto más larga es la caída
más duro está el asfalto.
Ese último beso de 9 segundos me llevó al cielo,
a agarrar una nube que se deshizo al instante,
haciendo real mi vértigo, mi mayor miedo,
sentirme débil y solo, sentirme distante.
Se acabó, he tocado el suelo,
y solo tengo una pala para enterrar
la avioneta que un día me llevó tan alto,
o para enterrarme a mí, el hombre que besó el cielo
y acaba agarrado a sus espantos.

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